Acabas el grado en Psicología…¿y ahora qué?

Tras terminar el grado en Psicología, llega un gran momento ¿y ahora qué?, ¿hago el máster general sanitario?, ¿educativa?, ¿me formo en terapia Gestalt? Durante todo el mes de julio he decidido parar, observar, cuidarme, mimarme, escucharme, para ver aquello que me hace sentir mariposas en el estómago, analizar el recorrido de mis últimos meses, ver qué me mantiene despierta, qué me apasiona, sobre lo que he escrito, qué haría durante un tiempo aunque no me pagaran por ello…

Me apasiona facilitar el encuentro entre personas, volver a la vida de barrio, ¿conoces a tus vecinos?, regresar a la tribu, provocar una reflexión acerca de los vínculos que estamos creando en las ciudades, colaborar para crear una ciudad cuidadora, me gustaría en estas noches calurosas de verano salir de nuevo a “la fresca” como cuando era pequeña, crear espacios para que los niños jueguen en la calle junto con las personas más mayores. ¿Cuántas personas en tu día a día te preguntan cómo estás y además tienen el tiempo de escucharte?

Me desvela:

  • La soledad no deseada. Sigue en aumento el número de viviendas ocupadas por un solo individuo, recordemos que somos seres sociales y eso puede tener consecuencias tanto físicas como psicológicas. Ya existen estudios sobre la relación entre longevidad y soledad no deseada.
  • La pérdida de apoyo social (en la crianza, en la vejez, etc.)
  • El individualismo que nos rodea. Creo hemos confundido individualismo con independencia. Yo valoro mucho mi independencia, mi autonomía, pero no valoro el individualismo. Quiero pertenecer a una comunidad, tejer redes de afecto, de cuidados mutuos, aprender a bailar con el otro, sabiendo entrar y salir del baile.
  • Como decía este titular me quita el sueño que “una maestra de guardería gane 900 Euros y un futbolista millones”.

¿Dónde estamos poniendo el foco?, ¿en las personas?…

Qué ocurre con las que ya no son productivas para el sistema (vejez, dependencia, etc.). Volviendo a la psicología: ¿qué da más dinero a un recién graduado?, ¿la empresa, la clínica o la Psicología social?

Además tendemos a buscar soluciones por nuestra cuenta. La mamá que no tiene red de apoyo con su bebé de 3 meses, la persona que tiene a un familiar dependiente, el joven que no se puede independizar porque los precios de los alquileres se están poniendo intocables; son problemas colectivos, ¿por qué no los resolvemos de forma colectiva?

Para vivir necesitamos comer, beber, dormir, respirar…y parece nos olvidamos que también necesitamos el contacto, los cuidados, una red de apoyo mutuo, la mirada del otro, el amor compañero, compartir, pertenecer al grupo, la comunidad.

Como decía una amiga mía, creo firmemente que en tiempos de individualismo la tribu se vuelve necesaria.

Está siendo un verano muy revelador…felices vacaciones.

¡Hora de caminar!